En consulta es muy común escuchar frases como: “como es bajo en grasa, puedo comer más” o “como no tiene azúcar” o «alimentos saludables…». Y aunque estos mensajes parecen inofensivos, la realidad es que pueden llevar a cometer errores al momento de elegir y consumir ciertos productos.
Cuando vemos palabras como “light”, “sin azúcar”, “0% grasa” o “sin gluten”, tendemos a pensar que se trata de opciones LIBRES DE RIESGO. Que un alimento tenga una característica particular no significa que sea completamente saludable ni que pueda comerse sin límite.
Lo que debes tener en cuenta
- Sin azúcar no significa sin calorías: un alimento que no contiene azúcar puede tener otros ingredientes que también aportan energía, o edulcorantes que, aunque no sumen calorías, pueden estimular el deseo de comer más.
- Bajo en grasa no significa bajo en todo: al reducir la grasa, el producto puede mantener su sabor con azúcares, harinas refinadas o aditivos. Esto hace que no siempre sea tan “ligero” como pensamos.
- Sin gluten no es sinónimo de saludable: estos productos son necesarios para personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, pero no significa que tengan menos calorías o más nutrientes. En algunos casos incluso pueden contener más azúcares o grasas.
¿Dónde está el detalle?
El mayor riesgo está en lo que ocurre en la mente. Cuando creemos que un alimento es “más sano”, solemos consumirlo en mayor cantidad de la que necesitamos. Este exceso puede traducirse en un aumento de calorías que, con el tiempo, dificulta el control de peso y aleja de los objetivos de salud.
Por ejemplo, unas galletas “light” siguen siendo galletas; un helado “sin azúcar” sigue teniendo grasas; un pan “sin gluten” puede tener igual o más calorías que uno convencional.
Lo importante no es solo la etiqueta, sino cómo, cuánto y con qué frecuencia lo consumes.
La clave
La verdadera diferencia la marcan tus hábitos diarios.
– Aprende a revisar las etiquetas nutricionales.
– Mantén la porción adecuada, aunque el producto sea “saludable”.
– Recuerda que el equilibrio es más importante que cualquier palabra en un empaque.
Consulta con tu nutricionista para aprender a elegir tu opción IDEAL.
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